viernes, 7 de julio de 2023

Guatemala y las maras: “Bienvenidos al infierno”!

El ex líder Mara ´El Abuelo´, Erick Humberto Contreras, de 35 años de los cuales han pasado 14 años en prisión. Le queda 878 años de su sentencia de su condena por 60 asesinatos u otros delitos. Esta es su historia ante Dick y Miriam Emanuelsson-HuezoFoto Pau Coll.




Guatemala y las maras

“Bienvenidos al infierno”!

Los periodistas en América Latina DICK y MIRIAM EMANUELSSON se han encontrado con “El Abuelo”, considerado como una de las personas más peligrosas de Guatemala, condenado a 912 años de prisión por una serie de asesinatos. Él representa el fenómeno de “Las Maras”, grupos que en América Central han crecido en los últimos años como parte del crimen organizado.


POR DICK y MIRIAM EMANUELSSON-HUEZO

Nuestro cicerone, Gustavo Cifuentes, uno de los fundadores del “Barrio 18” en Guatemala, una de las dos corrientes de Maras en Centroamérica, saludó con nerviosismo al hombre detrás de las barras. Éste hizo una aparición casi fantasmal y Gustavo volvió hacia el hombre que salió de la segunda celda de la sección de aislamiento en Fraijanes I; `El Abuelo´.

Nos dio la bienvenida como si realmente fuera un abuelo.

Su cara estaba, incluso, más tatuada que la de su vecino. Las trabajadoras sociales serían las que más adelante le preguntarían a Miriam “si estaba loca, que había entrado voluntariamente en la sala de aislamiento”, donde ellas nunca habían entrado y todo para entrevistar a El Abuelo, Erick Humberto Contreras, de 35 años, de los cuales 14 años los tenía de prisión. Le quedan por 878 años de sentencia.

– Ahí nunca ha entrado una mujer, dijeron las dos trabajadoras sociales, mirando con asombro a Miriam.

Los tres países que constituyen “El Triángulo del Norte”.



MIRIAM HIZO EN 2004 UN PROYECTO de investigación sobre el tema de “Las Maras en Centroamérica”. La investigación duró cuatro meses. Con sus ocho años de trabajo en el Centro de Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura (CPTRT) en Honduras, ya tiene experiencia en temas de las Maras en Honduras. El país es considerado como el más vulnerable en Centroamérica. Diariamente son asesinadas entre 15–20 personas en el país, de tamaño comparable a una cuarta parte de Suecia, pero con la misma población. Las víctimas se encuentran cada día en costales de café o de papa y los cuerpos son botados en la carretera o en el vertedero bien conocido para descartar cadáveres mutilados en San Pedro Sula, Choloma y Tegucigalpa se consideran las ciudades más peligrosas y violentas del mundo en países sin conflictos armados o guerra.

Víctimas de las maras o el crimen organizado son encontrados desmembrados en bolsas de café en Honduras. Todos los días. FOTO: La Tribuna.

 

El Abuelo pone una silla de plástico a Miriam y apenas cabe en la pequeña celda. Yo me siento en la litera inferior de la cama de dos pisos y lo primero que hago es golpearme la cabeza en el soporte de la litera.

– No hay mucho espacio, dice en tono de disculpa.

Nuestras cámaras las hemos guardado en uno de los quioscos ubicados fuera de la cárcel. Apenas pude llevarme mi cuaderno para tomar notas. Después de pasar la primera puerta mayor vemos en los laterales izquierdo soldados del Ejército al lado de una tanqueta, llevan ametralladora, modelo M60 montada al lado del pequeño cañón. El militar nos mira con recelo. Pero no deja de tener razón. En 2012 se llevó a cabo un levantamiento de la prisión donde se tomaron trabajadores sociales y los guardias de seguridad como rehenes.

Aldo Dupié, también conocido como Lobo de “Barrio 18” en Guatemala y uno de los 120 presos de la cárcel de alto riesgo Fraijanes I. Foto Pau Coll.


EN EL PRIMER CONTROL MÁS minucioso, mostramos nuestros carnés de identidad. Colocaron sellos de policía dos veces en el antebrazo derecho, un sello visible y otro invisible. A continuación, vamos por una larga escalera en esta parte montañosa de la ZONA 18 en el sur de la Ciudad de Guatemala. El procedimiento se repite con otro sello a medida que nos dan luz verde para entrar en el área en la que El Abuelo se encuentra, junto con 120 hombres de la misma categoría como él, los hombres más peligrosos de Guatemala.

¿Por qué el fenómeno de Maras y por qué se unió? comenzamos las preguntas.

– Fue sólo una broma. Solo para joder un poco. Empezamos como bailarines.

–¿¡“Como bailarines”!?

– Bueno, nos gustaba el breakdance que entonces estaba de moda en los Estados Unidos. Tenía once años y era rebelde. Éramos un grupo de chicos que se llamó el KMT, King Master Techno. Tres de los chicos habían sido deportados de Los Ángeles, y nos explicó lo que era lo de las bandas callejeras como Vatos Locos (Crazy Dudes) y ”18”. Uno de los tres fue llamado “El Loco”.

 

A TRAVÉS DE LOS AÑOS el ABUELO PASÓ  en el ranking de la “18” y el baile fue reemplazado por robos y asesinatos. Un día fue asesinado su más cercano, el jefe del Barrio 18 en Guatemala, y El Abuelo se hizo cargo de la organización.

– Pocos consiguen ser mayores de 25 años y si te vuelves unos pocos años más te llaman abuelo, dice y logra sonreír mientras abraza a sus manos tatuadas con la piel seca.

– Hoy en día, existe una estructura puramente militar entre Maras. Los chicos tienen chalecos antibalas, capuchas y fusiles automáticos. Se trata de negocios al más alto nivel donde el “El Pandillero”, sin zapatos, ha sido reclutado como niño a los 8–9 años. Y es una cosa fácil de reclutar a la pandilla por la pobreza extrema en que crecen, dice El Abuelo, mirando sus pies en sus sandalias plásticas.

 

EN UN EXTREMO de la CELDA se encuentra lo que se llama el baño. El inodoro sin tapa o asiento. No hay ni siquiera una cortina que oculta el lugar más íntimo en la celda que contiene el área 1,5x4 metros para los dos prisioneros. Una hoja de madera contrachapada difiere, sin embargo, del cuarto de baño con ducha, un movimiento que de repente cada cinco minutos es interrumpido por un bombeo de agua que fluye hacia abajo en un par de cubos en el suelo. En 14 años. . . . . y aquí, a sus 35 años de edad, pasará el resto de su vida.

Relata, a la pregunta de Miriam, que antes hubo algunos códigos de honor que ninguno de los dos grupos violaba. Fue, sobre todo, de no matar niños. Hoy en día, todos los tipos de código de honor son totalmente perdidos y familias enteras son aniquiladas en “El Triángulo Norte de América Central”; El Salvador, Honduras y Guatemala. Si los asesinos no encuentran la persona/as que buscan, cobrará a cualquier familiar del buscado.

– Mi primo fue asesinado cuando yo salí de las maras. Mi padre y mis hermanos ya llevaban muchos años en los Estados Unidos.

Víctimas de una guerra sin fin entre las maras, el Estado y las pandillas.


LA DIFERENCIA ENTRE el BARRIO 18 y Mara Salvatrucha es que este último cada vez se ha visto más involucrado en el tráfico de drogas y las redes del crimen organizado que es más lucrativo. En la mayoría de lugares en América Central “M13” ya no cobra un “impuesto de guerra” a la `pulpería´ (tienda del barrio) de la esquina. ”M13” ve a los residentes de la ZONA que controlan como su base social, ya que los protege y favorece económicamente de diferentes maneras.

En la colonia vecina nuestra, en el sur de Tegucigalpa, la capital de Honduras, el “M13” es poder. Sus “soldados”, que así en realidad se llaman, se encuentran en el árbol desde donde tienen una fenomenal vista estratégica de la segunda montaña más alta en Tegucigalpa, donde se encuentran nuestras dos áreas residenciales.

Cuando las patrullas de la policía militar y sus encapuchados aparecen en la colina larga y empinada, la única vía de acceso a nuestros dos barrios, es informado de inmediato a los integrantes encargados de la estructura militar de las maras. No se cobra el “impuesto de guerra” de las pequeñas tiendas de la ZONA, con excepción de empresas de autobuses. Los residentes son protegidos en su lugar. En varios casos “M13” sólo hace “la justicia”. Nadie confía en la policía, considerada la institución más corrupta en Honduras.

 

EN LOS BARRIOS / COLONIAS donde el BARRIO 18 tiene el control es lo opuesto; deben pagar impuesto de guerra todos los negocios. Aquellos que no pagan son asesinados. Miles de pequeños comercios en estas zonas bajo control del “Barrio 18” se han visto obligados a cerrar, debido a que la rentabilidad ha caído y el estrés por estar constantemente expuestos a la amenaza de la muerte, mata. Eso hace que las personas pierdan toda esperanza para el futuro. Se cierran sus negocios y esperan que así se salven. Los jóvenes salen hacía México–EEUU como `mojados´ e intentan llegar a la frontera con Estados Unidos, donde tratan de llegar al otro lado de la frontera y encontrar un trabajo para sustentar a la familia que queda en América Central. 

 

Mara Salvatrucha MS13 en el levantamiento de la prisión en 2005, donde se llevaron a los guardias de seguridad y los trabajadores sociales como rehenes.



EL ABUELO SE RETIRÓ, CANSADO de la muerte en donde cada nuevo día era una victoria. Cuando Mara Salvatrucha, “la 13”, rompió la tregua en la cárcel en 2005, comenzó una guerra abierta en nueve cárceles de Guatemala. El rival había previsto llevar a cabo una “solución final” y había logrado entrar armas para liquidar físicamente a los integrantes de la ”18”. Treinta y cinco maras en ambos lados murieron, y más tarde nos dieron testimonios sobre El Abuelo que de rabia por la traición del pacto roto jugaba fútbol con la cabeza de uno de los jefes de la “13”, muerto. El odio entre los dos grupos es profundo y, por tanto, son separados ahora en la cárcel.

¿El hombre se amortigua al ver tanta violencia y asesinatos?, preguntamos.

– Uno se acostumbra. Pero lo veo de manera diferente ahora. Era demasiado la violencia y yo estaba preso. Mi hija nació . . . . dice.

Vive en una especie de mundo irreal y sus próximos planes, cuando salga, es eliminar todos los tatuajes, “al menos en la cara y los brazos”, dice y cree que va a utilizar el láser o una especie de crema de eliminación, como hizo Michael Jackson.

Porque cree que va a salir pronto después de haber cumplido 14 de los 25 años de la condena que se le aplicó por un asesinato. Pero mis cicerones, cuando les contamos lo que El Abuelo ha dicho, dicen que es un castigo justo para un asesinato. En total tiene ¡912 años!


ZONA 3, una de las zonas más pobres de la capital, pero donde la gente está tratando de sobrevivir y hacer la vida más llevadera a través del trabajo en el vertedero, vecino de la ZONA. FOTO: MIRIAM Emanuelsson-Huezo. 


Salimos de la cárcel después un día sacudido. Después de media hora llegamos a la ZONA 3, uno de los barrios más pobres de la ciudad de Guatemala. Entre más adentramos a la colonia, más pobre se vuelve.

 

La ZONA 3 y la supervivencia humana

A las 03:00 del 4 de febrero de 1976 Guatemala fue golpeada por un terrible terremoto de 7,5 en la escala de Richter. Más de 25,000 personas fueron enterradas en las ruinas y un millón de personas se quedaron sin techo. En la periferia de la capital, además de los vertederos a lo largo de las faldas de la montaña se levantaron 126 asentamientos precarios, llamados champeríos o como dicen en Buenos Aires, Villas Miseria.

ZONA 3 fue uno de estos asentamientos humanos y parece que el tiempo transcurrido desde aquel fatídico día de hace 40 años se ha detenido.

Durante las primeras horas de la mañana, habíamos participado en un foro en el que el viceministro de Educación y el Vicegobernador de la capital de la provincia participaron, invitados por una serie de ONG financiados por USAID. Fue ahí donde habíamos acordado encontrarnos con Gustavo y Carlos.

El evento tuvo lugar en la exclusiva Universidad Rafael Landívar, de la corriente católica y jesuita en la ZONA 16. Se ve los estudiantes `teclando´ en sus Macintosh del último modelo que cuesta el equivalente a un año de salario para el trabajador promedio en Guatemala.

 

ES UN MUNDO TOTALMENTE diferente y separado del mundo real de Guatemala. Aquí se ofrece un lugar para los que están aterrorizados por los pobres. Tienen vigilancia y guardias armadas que protegen a las residencias de lujo. En muchos casos los jóvenes son llevados por el chófer de la familia, o la madre o el padre a la universidad o el mismo joven va en su propio carro. Por primera vez en mi vida entro a un inodoro donde el jabón líquido se digitaliza. Sólo ponga la mano y el sensor la detecta y da señal para que el jabón salga. 

En la web de la Universidad Rafael Landívar no se encuentran las tarifas para la matrícula y la mensualidad. Entramos a Google y lo único que vemos es la cuota mensual para diseño gráfico, pero de enero de 2009 y tuvo un costo de 2.560 quetzales o 302 dólares. Mensuales. Y hace siete años. Esperamos un aumento de la inflación baja y el precio de las tarifas en tan sólo un diez por ciento, podemos esperar que la carga de hoy, al final de 2016, tendrá un costo de $513, o 4814 coronas. El salario mínimo más alto de Guatemala en el año 2016 ascendió a 2490.21 quetzales o USD294. Jesuitas al servicio de Dios, ¿o. . .?

El tema del día en el exclusivo salón es cómo la violencia afecta a los niños y la escuela. Y una de las profesoras en la ZONA 3 indican `sin pelos en la lengua´ sobre sus impresiones y experiencias del Instituto de Santa María, en la ZONA 3, al lado el basurero más grande de Centroamérica de cómo la gente sobrevive los días. Ministros y estos líderes del mundo ONG están pálidos.


ZONA16 en Ciudad de Guatemala, un contraste total con ZONA 3 con dos garajes con espacio para cuatro autos; un hombre, su esposa y los autos de dos niños.


Porque no pertenecen a la mayoría de la población de Guatemala, los indígenas del pueblo maya, sino son de la clase social exclusiva que probablemente nunca han puesto un pie en la ZONA 3. Aún menos han saboreado los pollos con fecha vencida y tirados al vertedero, vecino con ZONA 3. O previamente ha escuchado la historia de las jóvenes violadas en la miseria extrema. O asesinato de los jóvenes.

– Un niño, una niña de seis años fue violada por su padrastro que estaba infectado por el VIH, relata la profesora.

Dos personas en el evento se distinguen de los demás representantes de las ONG, vestidas como que ir a una fiesta. Con ellos hemos quedado en encontrarnos en el evento. Son ex maras del “Barrio 18”. Nos saludamos y nos preguntan:

– ¿Quieres ver cómo se vive en la ZONA 3?

No dudamos por un segundo y le pregunto a un representante de una ONG femenina ¿por qué no han elegido realizar el evento en la ZONA 3? Se pone nerviosa e insegura y murmura alguna respuesta incoherente laberíntica.

El viceministro de Educación, en su discurso compara a Guatemala con Estados Unidos y los Juegos Olímpicos recién realizados. Glorifica las medallas que los jóvenes atletas estadounidenses se llevaron a casa, y remata diciendo que no es imposible, incluso para los jóvenes de Guatemala. Ya es demasiado y suficiente y dejamos atrás los soberbios anfitriones y receptoras de las donaciones del Fondo Sueco ASDI y de la USAID.


VÍDEO:
Entrevista con Gustavo Cifuentes y Carlos López: 

https://youtu.be/XAis1OVk9Xs



“Dios bendiga el vertedero que nos da nuestro pan de cada día”

Miriam le pregunta a Gustavo si se puede filmar cuando entramos a la Colonia Manuel Colom Argueta, de la ZONA 3.

– Por mucho que Usted quiera y pueda, dice él en voz baja.

Lo primero que veo es la sigla para “M13”. Que no es una buena señal, creo. Gustavo y Carlos eran de la “B18”.

En la fachada de la casa dice “Vatos Locos”, el mismo grupo que sembró el horror en Los Ángeles. Una cruz roja se dibuja en la misma pared.

La ropa lavada está colgada para secar en los callejones estrechos, respaldada en palos de bambú. Las calles se vuelven cada vez más estrechos a los callejones de las tablas de zinc. Pero en medio de la pobreza y la miseria están también la dignidad humana en forma de ropa lavada limpia.

No alcanzamos avanzar muchos metros a la ZONA 3 hasta que las primeras personas saludan a Gustavo y Carlos con el saludo clásico en la forma de dos puños cerrados que se encuentran en los nudillos y un golpe rápido con ambas palmas. Y así será por cada metro en la ZONA que tomamos. Los dos son intocables, a pesar de que el área aparentemente es controlada por la “M13”.

Nos saluda un hombre delgado, marcado por el consumo de bebidas alcohólicas o drogas. Tiene marcas en el cuello, que previamente ha sido atravesado por un cuchillo o machete.

– Aquí seguimos viviendo en el cuarto mundo, dice, riendo.

Un milagro que aún está vivo.


Cerca de 10 000 niños viven alrededor del vertedero en la ZONA 3, la situación de salud es precaria. FOTO: MIRIAM Emanuelsson-Huezo.



EL BARRIO MANUEL COLOM ARGUETA fue nombrado del héroe popular, del mismo nombre durante un período también fue alcalde de la capital del Frente Unido de la Revolución (FUR), de tendencia socialdemócrata. Argueta sintió que el gobierno de la derecha estaba buscando para matarlo, pese a las promesas de la dictadura militar del general Fernando Lucas García de garantizar su seguridad. Cuando Argueta 1979 anunció su intención de presentarse a las próximas elecciones presidenciales como candidato a la FUR, fue asesinado una semana más tarde. Un helicóptero del ejército lo persiguió y terminó su vida con 45 balas en el cuerpo.

En el barrio se trabaja arduamente, desde la infancia a los pensionistas mediante la reutilización de lo que ofrece el vertedero. Las personas sobrevivieron antes de lo que los restaurantes arrojaran en el relleno sanitario. Sin embargo, desde 2014, es común que la comida sea pulverizada con productos químicos o cloro para evitar que las personas consuman el alimento. En diciembre de 2014 murieron cuatro niños que habían consumido los pollos que habían sido rociados con productos químicos.

De acuerdo con un estudio de la ONU 2011–2012 viven cerca de 10.000 niños y jóvenes alrededor el relleno sanitario. De acuerdo con el informe de la ONU de la FAO a partir de 2013 Guatemala es el segundo país de las Américas que tiene problemas con el hambre. La lista está encabezada por Haití. 30.5 por ciento de la población guatemalteca y el 49,8 por ciento de Haití, respectivamente no tienen suficiente para comer.


VIDEO:
Un recurrido en la Colonia Manuel Colom Argueta
de la ZONA 3 de la Ciudad de Guatemala:
https://youtu.be/K70W2aejySI



 

LA GENTE ES AMABLE y entramos en una conversación con un número de niños de entre 12–15 años que reparan colchones viejos que serán reutilizados después de haber sido lanzados en el vertedero. Ellos son tímidos, pero dicen que ya no están estudiando, pero contribuyen a la supervivencia de la familia.

Nos invita a su estudio de grabación del área donde nuestros anfitriones quieren que escuchemos en su más reciente producción de ¡“Rapp de la ZONA 3”!

Quizás son 1,5 metros cuadrados que el taller de colchón ha concedido para los amantes de la música de la ZONA. Los cartones de huevos son las piezas del aislamiento del estudio, mientras que una reliquia a un ordenador con sistema operativo Windows Vista es la tecnología. Una tira de tela sucia separa la boca del micrófono cuando Gonzalo comienza “Somos los Chamaquitos de la ZONA 3”. El entusiasmo no es nada malo y los sueños son inagotables en número.


Jaime Hernández está postrado en la cama con el catéter después de convertirse en una víctima de la guerra en ZONA 3. FOTO: MIRIAM Emanuelsson.



LOS SUEÑOS DE JAIME HERNÁNDEZ se hicieron añicos hace seis años. Volvió de la jornada de trabajo en el vertedero, y él y tres compañeros fueron blanco por un grupo enmascarado. Seis balas penetraron en el delgado cuerpo del salvadoreño el 18 de agosto de 2010. Una bala penetró su columna vertebral que lo dejó inválido el resto de su vida.

Hay un olor de la orina cuando me siento a su lado. Él tiene un catéter en la mano y está en el sofá sonriéndonos cuando él nos dará la bienvenida en la pequeña casa construida de hojas de zinc corregida.

– Un coche apareció y los hombres salieron a disparar contra nosotros con ametralladoras.

Cuando le preguntamos si tiene alguna sospecha de que el autor haya sido, él sonríe y dice que no.

– Yo estaba inconsciente. E incluso si tienes ideas o las conoces, no podemos decirlo porque habrá represalias contra la familia. Lo que significa que alguien puede ser asesinado, dice, mirando hacia arriba a la bandera de El Salvador que está colocada en la pared.

¿Cómo sobrevive la familia económicamente? le pregunto.

– Mi esposa trabaja, dice, apuntando en la dirección del vertedero. Ella gana entre 40–50 quetzales, 45–55 por día, de lunes a sábado.

Miriam le pregunta si el Estado satisface su necesidad de sondas y otros detalles. Se ríe para hacer frente a la cuestión.

– No, no, el estado no da nada. Mi esposa compra todo eso.

La policía llegó después del ataque, pero después de seis años no hay resultado alguno, completamente legiones de la actual América Central donde reina la impunidad.

Mientras estábamos haciendo la entrevista, oímos cuatro disparos cerca de la casa de Jaime.

Es en este ambiente que Gustavo Cifuentes y Carlos López tratan de sacar a los jóvenes que están perdidos o ya está en el peligroso mundo de las maras.


Gustavo Cifuentes y Carlos López entrevistado por el reportero Dick Emanuelsson en ZONA 3 en Ciudad de Guatemala, mientras se escucha cuatro tiros. FOTO: MIRIAM Emanuelsson.


HOY TRABAJAN EN EL MINISTERIO de Cultura y Deporte con el programa “Inclusión y Convivencia”. Suena como bastante típico de estos programas sociales bien intencionados. Pero a diferencia de la gente que trabaja en las ONG, Gustavo y Carlos vienen y son precisamente de estos “ambientes” y saben cómo las maras piensan, funcionan y lo que quiere y no quieren.

Gustavo fue el fundador de “Barrio 18” en Guatemala. Fue preso, tanto en Honduras, en Medellín en Colombia y por supuesto en Guatemala. Hasta que dijo “¡BASTA!” y PROPUSO al Ministerio un programa de rehabilitación para, por lo menos, frenar el desarrollo dramático en uno de los tres países del Triángulo del Norte.

– Empezamos a vivir en la calle. Y en ese camino fue todo.

Dice que nunca ha matado a nadie. Pero un día en que privaría a un turista extranjero en su cámara, el turista se asustó tanto que murió de un ataque al corazón. Gustavo mantuvo tanto la cámara como el turista en sus brazos cuando la policía se presentó y lo llevaron preso, tomado literalmente en flagrancia.

Carlos, con sus rasgos faciales típicos de indígena tenía 16 años cuando se unió a la “B18” y tiene una larga experiencia en las drogas y cárceles.


 

Gustavo Cifuentes.
FOTO: M. Emanuelsson
DURANTE CASI TODO EL DÍA hemos visitado la cárcel y hablamos con los considerados presos más peligrosos en Guatemala. Incluso con las mujeres en la sección de mujeres de la misma prisión. Le preguntamos a los dos, donde el fenómeno de las Maras consiste y cómo ha surgido.

– No había aquí en Guatemala y Centroamérica, sino en California. Sobre todo en Los Ángeles. Se originó como una lucha racial entre negros, latinos o blancos que “protegieron” su barrio o ZONA. Muchos de nuestros compatriotas fueron deportados a Guatemala. Aquí, vivíamos en un período posterior a la guerra (La Guerra de Tierra arrasada de la dictaduras militares e insurrección guerrillera 1961–1996). Y las consecuencias se pueden ver en un área ZONA 3, dice Gustavo, apuntando a las casas con techos y paredes de zinc.

Estos deportados fueron llevados, continua Gustavo, con una mentalidad que se basaba en todo menos los valores humanos. Que atrajo a un sector de la sociedad que el Estado había excluido de su desarrollo, que vio toda la oposición como “el enemigo interno”, completamente de acuerdo con el manual anticomunista del Pentágono en la Doctrina de Seguridad Nacional que se impregna en el ejército de Guatemala.

Carlos López dice por su parte:

– Conocí todo lo que se puede saber acerca de las drogas, las cárceles, envuelto en todo ilegal como se puede imaginar, dice brevemente.

 

¿Qué les dicen a los estudiantes cuando van a una escuela secundaria para alertar a los que se unan a la Las Maras?

Carlos López.
Foto: Miriam Emanuelsson.
– Hablamos de nuestras propias experiencias. Instamos a pensar cuidadosamente acerca de sus pensamientos sobre la adhesión a las Maras, porque no aporta nada positivo. Los instamos en lugar de unirse, al ejemplo para actividades deportivas, dijo Carlos.

¿Quién se beneficia del fenómeno de las Maras, quién se beneficia de una sociedad entera que en ciertas partes está aterrada por el fenómeno de las Maras?

– Una parte de la comunidad está interesada en la existencia de una amenaza oculta, no sólo de las Maras, sino también de otros actores. Hay los que venden el alambre de púas avanzada, colocada en la parte superior de la pared. Hay toda una industria de la seguridad privada que ha surgido, dice Gustavo.

Su afirmación se ve confirmada por las cifras. Se calcula que existen 200 empresas de vigilancia privada con 100.000 a 150.000 empleados. Están armados con pistolas y en algunos casos especiales con fusiles AKA. Eso se compara con los 26.000 agentes de policía en el país con sólo 15 millones de habitantes.

 

EN LA CAPITAL SON ASESINADAS cada semana un promedio de 40 personas. En todas partes de Guatemala, como en Honduras y El Salvador están parados allí, los guardias de seguridad bien armados fuera de McDonald, Burger King, o cuando el camión llega con refresco al barrio. Junto con el conductor se sienta a su asistente, guardia de seguridad con su rifle, listo para disparar a la menor sospecha de robo o intento de robar su arma.

– La respuesta al “fenómeno” en aquellos asentamientos donde las personas no tienen el derecho a una vida con dignidad. Donde sobreviven de lo que el resto de la población lanza en los vertederos. Hay que diferenciar entre causa y efecto. Sólo así podamos encontrar respuestas a por qué la violencia ha aumentado de manera espectacular, dice Gustavo.

Hasta el momento, académicos, sociólogos o antropólogos escriben una serie de informes y reportes sobre el fenómeno de las Maras o los antecedentes de la violencia en América Central. ¿Pero es posible, nos preguntamos, que los académicos que generalmente no viven en estas áreas y aún menos son de la clase social como los habitantes de la ZONA 3 realmente pueden entender el problema y hacer recomendaciones de las necesidades de la sociedad?

– Hasta ahora no nos hemos reconocido a nosotros mismos en estos informes. El ser humano debe vivir o haber vivido con la realidad para comprenderla en la médula espinal y que proporcionan las recomendaciones actuales.

¿Es casi como Gabriel García Márquez tituló su libro; “Vivir para contarla”?

– Exactamente, a vivir para contar sobre la vida que hemos vivido y lo que está sucediendo en este momento.


Un líder marero ante el Tribunal en la ciudad de Guatemala.


ENTRE ENERO y OCTUBRE 2016, la violencia se ha triplicado en Guatemala, según un nuevo informe. ¿Qué está causando este aumento dramático en tan poco tiempo?

– Lo que vemos es una criminalización de la pobreza en los niños de 8–9 años de edad que fueron reclutados para las Maras y puestos en prisión. Lo que vemos es que en la ZONA 15, la ZONA rica, nadie es aprehendido. Unos pocos guatemaltecos que tienen tremendamente mucho en contra de una mayoría que no tiene absolutamente nada. Por eso, hay que concluir cuáles son las consecuencias.

¿Cómo es el trabajo con los jóvenes? nos preguntamos, conscientes de que los que dejan las maras también firman su sentencia de muerte.

– Tratamos de crear un programa cívico para cuidar de manera segura a los jóvenes. También crear programas para resolver los conflictos. Salvar una vida es un éxito.

 

EN NICARAGUA NO EXISTE el fenómeno de Maras, aunque el país, al igual que Guatemala, también experimentó un conflicto armado interno, 1961–1990. En una entrevista con el jefe adjunto de la policía en el país, él dice que sólo es posible de lograrlo con los programas sociales, que el gobierno sandinista comenzó cuando recuperaron el poder en enero de 2007.

Y Gustavo acuerda:

– La violencia tiene muchas causas. Después de la guerra se inició una migración de nicaragüenses a Costa Rica, mientras los guatemaltecos, hondureños y salvadoreños emigraron a los Estados Unidos. En ambos países fueron absorbidos la cultura del “Barrio”, y que fue defendida por cada pandilla. Cuando los deportados fueron enviados de vuelta, al mismo tiempo se llevó este tipo de cultura de la violencia que se replica en nuestros países.

– Sin embargo, la principal diferencia en comparación con Nicaragua es que allá existe la red de seguridad social. También hay que implementar esto en todos los programas que queremos implementar en Guatemala, resume Gustavo.


No existe algún tipo de real rehabilitación de los presos en los países del Triángulo Norte.


MIENTRAS EL CRIMEN ORGANIZADO mueven grandes sumas de dinero en sus actividades, tales como las drogas, es difícil de implementar cambios estructurales reales ya que hoy en día no existe trabajo sólido con un empleo verdaderamente digno. El mercado laboral neoliberal no sólo ha aplastado a la legislación de los derechos de los trabajadores, sino que también destruyó una red social entre los seres humanos de la sociedad, subraya Carlos.

– Vemos cada día más y más drogas en la comunidad, en las escuelas.

¿Cuáles serán las consecuencias para su trabajo si las promesas de la campaña electoral de Donald Trump, de deportar de vuelta a tres millones de mexicanos y centroamericanos, con una ficha personal en el registro judicial de los Estados Unidos?

– No hay absolutamente ninguna disposición a recibir a todo el ejército de deportados que amenaza con enviar de vuelta. Esto significa que el deterioro en todo el frente. Los países tienen que preparar planes contra el peor de los casos, dice Gustavo.

¿En qué condiciones o circunstancias pudieron Gustavo y Carlos dejar la vida en el “Barrio 18” detrás de ellos sin represalias?

– Me dio la oportunidad de salir. . ., dice Carlos con vacilación en su voz y continúa:

– Hoy en día nos dedicamos a trabajar con el ocio y el deporte como una herramienta para cambiar muchas vidas al advertir a los jóvenes de nuestra propia vida como un ejemplo preventivo, concluye Carlos sin entrar directamente en los motivos decisivos por qué no podía salir de Las Maras sin ser asesinado.

Gustavo:

– En este tipo de situación, hemos realizado una serie de guerras. Mostramos hacia el grupo que éramos leales a nuestro grupo. Y cuando tomamos la decisión de cambiar nuestras vidas, creo que no había nadie que quería atacar o destruirnos. Al contrario vieron la posibilidad de un aliado estratégico que permitiría ayudar a crear nuevas oportunidades alternativas en la vida.

– He visto a tantos jóvenes o amigos morir, personas con los cuales convivíamos, compartiendo un plato de comida con nosotros. Lo que necesitamos es inversión en la vida, que se abran más puertas a los jóvenes que las necesitan tan desesperadamente. Ellos (las autoridades) tienen que comprender la realidad en que vivimos, no desde un escritorio sino a partir de la realidad que se ve alrededor de aquí.

– Sólo el hecho de que todavía estamos vivos, es una gran victoria y una prueba de que estamos en el camino correcto.

Revisión del texto español: Nechi Dorado